jueves, 25 de febrero de 2016

UNA MUJER “INVISIBLE” PARA LA HISTORIA: ELIZABETH Y EMILY BLACKWELL.

El 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer. Las mujeres han estado aparentemente ausentes en muchos ámbitos de la ciencia y de la cultura a lo largo de la Historia, nunca se les ha reconocido su labor y ni siquiera han sido nombradas en los libros o en las enciclopedias. Esta invisibilidad histórica que han sufrido, hace que desconozcamos a muchas de ellas que utilizaron su imaginación, su voluntad, sus fuerzas y a veces su vida para contribuir a la construcción de una sociedad más justa para todos.

Muchas mujeres sobre todo las que osaron salirse de la norma, tuvieron que luchar contra la incomprensión de la sociedad de su tiempo, o contra el fascismo o el racismo, o simplemente contra una absurda discriminación basada en el sexo, la clase social o la identidad étnica. Algunas como Marie Curie con sus dos premios Nobel han pasado a la posteridad pero muchas otras han caído en el olvido convirtiéndose en las grandes olvidadas de nuestra historia.
Dos de estas mujeres fueron Elizabeth y Emily Blackwell.
¿Quién no ha sido curado de alguna afección o molestia por la abuela o por una dulce mujer de edad que aplica alguna fórmula milagrosa, heredada de generación en generación? Las madres siempre han sido las primeras «doctoras» del hogar. Sin embargo, como en varios otros ámbitos de la vida, a las mujeres en principio no se les permitía ejercer la Medicina como profesión o era mal visto.
Dos de esas pioneras en la curación legal fueron las hermanas inglesas, radicadas en Estados Unidos, Elizabeth y Emily Blackwell. Diez escuelas de Medicina rechazaron la postulación de Elizabeth, hasta que finalmente fue aceptada en la Universidad de Geneva, convirtiéndose, en 1849, en la primera dama de la historia titula en medicina.

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